domingo, 27 de marzo de 2011

EL APRENDIZAJE DE LOS ERRORES, LA TRANSFORMACION

Hoy un amigo dejó una reflexión en facebook acerca de estas palabras de Claudio Naranjo que ayer escribí en el muro de mi página.  Me ha parecido tan relevante que he decidído escribir y compartir mi visión, gracias Miguel por la inspiración.

"Una transformación de la educación para la transformación de la sociedadYa que vivimos tiempos en que el desarrollo tecnológico coincide con un trágico subdesarrollo de las sociedades modernas en cuanto a salud emocional y desarrollo psico-espiritual, y también en vista de que sería irracional esperar una transformación masiva de la humanidad a través de las religiones y la psicoterapia, haríamos bien en darle una atención prioritaria a la formulación de una nueva educación básica que le diese prioridad al desarrollo humano y la evolución social por sobre la transmisión de información." Claudio Naranjo



En el primer mundo ...

... Primero fue la era agrícola, en la cual los factores determinantes eran la tierra y trabajo, primando el logro de la mayor cantidad de todos ellos, con el fin primordial de subsistir 

¿quien se plantearía un debate sobre racionalidad vs emocionalidad en aquellos entonces? 

... Después llegó la era industrial, trabajo y capital, desarrollo de capacidades y habilidades racionales del hombre en búsqueda de un bienestar económico sin fin. El hombre cede el poder a las maquinas. El hombre racional, enmascara sus emociones y mira solo al exterior, olvidándose del interior. El hombre se convierte en robot.

Ante este panorama, me pregunto :

¿de que nos sirve criticar y culpar a la vida moderna de los males del mundo si seguimos montados en su tren sin rumbo? ... 

¿crees que podría ser mejor agradecerle el viaje, apearnos de ese tren del cual ya no nos gusta la velocidad, los compañeros de viaje, ni el destino, y optar por abrir las puertas a nuevas oportunidades, inciertas claro!!, a través de priorizar el desarrollo humano y la evolución social del ser?

... Ahora nos adentramos en la era del talento, una etapa en la cual primar conocimiento y talento y en la que poner el capital a su servicio. Una era más humana, sostenible y sana (emocional, psico y espiritualmente).  

Abrimos los ojos y contemplamos un primer mundo al que un día con somniferos, antidepresivos, prozac y mucho sufrimiento acumulado, le durmimos .. le anestesiamos el alma, lo hicimos lo mejor que supimos, pero le herimos.. un mundo muy avanzado técnologicamente, lleno de información transparente a nuestra disposición que corre vertiginosamente por las venas del planeta azul, espectadora espectante para ser seleccionada, ordenada y puesta al servicio de los demás,  ahora que somos conscientes y le encontramos un sentido.

Los que creemos que un mundo mejor, más humanizado y más sano, es posible, tenemos en nuestras manos la responsabilidad de despertar y mobilizar nuestros talentos, de acompañar en el despertar del gran potencial interior de los demás : de los que los durmieron un día, de los que se rindieron y conformaron, de los que creen y de los que no, y ante y sobretodo de los que llegan y están subiendo : de los niños y de los jovenes y adolescentes, sin rumbo ...


 ¿Quién podía mostrarles el camino en un mar de tormenta, en el cual cada uno se preocupaba más por encontrar una tabla suficientemente grande para salvarse a él mismo y se olvidaba de tender una mano a otro por miedo a que le echasen de ese tren de alta velocidad? ... 

¿Cúal es el precio que hemos pagado de este ensayo-error?
¿hemos sabido obtener algún aprendizaje transformador de todo ello?

Nuestra salud emocional, nuestra falta de autoconocimiento y de desarrollo psico-espiritual y con todo ello un menoscabo de la práctica del sentir a los demás, escucharlos, amarlos y comprenderlos, pués la concepción hacia el éxito implicaba competir en todo en la vida, ser el mejor pasaba por pisar al otro, a pesar de ese gran vacio emocional que genera el distanciamiento y la falta de amor, por uno mismo y por los demás.


Es este un momento para legitimar las emociones, para desmitificar el paradigna racional, para crecer y humanizar a las personas, para romper con el trabajo - obligación, para entender que reaprender es posible e imprescindible... , para "almar", natural y nuevamente, este mundo desde el ser, desde el potencial intrínseco y la resilencia del ser humano, esa gran joya que somos y brilla al destapar el tesoro escondido.. al accionar nuestros talentos ocultos, ignorados, escondidos abrimos la puerta a un sinfín de oportunidades en aras a constriuir ese mundo y hacerlo más deseable por y para tod@s. 


... Así crecimos la mayoría de adultos de hoy, niños de ayer, así nos educaron, porque es la cultura que asimismo nuestros padres, tutores, educadores, guias, conocieron y lo hicieron lo mejor que supieron.  
Ningún reproche, en todo caso, un gracias por haberme traido hasta aquí, un ser consciente de donde estoy ahora, a donde quiero llegar y que estoy dispuesta a aportar para ello.. un mirar hacia adelante sonriente, sin dar la espalda... un desear algo mejor, distinto, más humano, para nuestros hijos (los tengamos o no), un ser conscientes de nuestra responsabilidad en generar e impulsar este cambio, a través de acciones concretas  cotidianas y actuar, en pequeño o en grande, en transmisión de valores humanos, en educar y ser, priorizando el desarrollo humano, aportando cada uno su propio granito de arena para construir esta nueva montaña en la evolución que ha de contribuir a sanar nuestra sociedad enferma.




¿de que nos sirve juzgar, quejarnos, hablar de lo mal que va el mundo, o incluso alabar a los que admiramos, si después nos sentamos cómodamente en nuestro sofá incapaces de salir de la zona de confort y hacer algo para contribuir a dar ese cambio imprescindible en el que decimos creer? 

¿tenemos miedo ? ¿ a qué?
¿a qué seguimos anclados, 
con un pie en el tren de alta velocidad aún y el otro ya apuntando a tierra?


Como el niño que primero descubre su cuerpo, sus ojos, sus posibilidades.. identifica para que sirven sus manos, brazos, piernas y pies... observa, modela y un día imita y se lanza a gatear sin miedo, sin verguenza y cuando lo consigue, repite y practica hasta dominarlo; 

Como el niño que después anhela ponerse de pie y observa, modela, y un día imita y se lanza a caminar y cae en su primer intento inestable, pero sigue intentándolo, corrigiendose y repitiéndolo incansable sin miedo, sin culpa, sin verguenza..; 

Como el niño que finalmente, un día se alza, con los pies firmes en la tierra y la mirada puesta en el horizonte y da sus primeros pasos hacia adelante con confianza, seguro de sí mismo, sin miedo.. y camina y camina.. y no se queda ahí, si no que aprende a correr, saltar, nadar y en algunos casos incluso a desplegar las alas y volar... 

El milagro del ser humano es nuestro estado natural de aprender de nuestros errores y crecer hacia adelante desde toda nuestra riqueza interior y contribuir a la evolución de la que todos formamos parte.




... si los niños ese día hubieran tenido miedo de caer.. 
la sociedad estaría ahora formada por adultos gateando..

Fotografia y textos por  Olga Planet



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